Presentado un cartón de Sert inédito en España
El director general de la Real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker de Elizalde, ha presentado el cartón de Sert: `El Tiovivo´. También conocido como `El Carrusel´.
Es el único cartón para tapiz de José María Sert que se ha mostrado al público en España.
Acto de presentación
Durante su intervención, el director general de la RFT ha destacado la importancia que tuvo este encargo para la Real Fábrica de Tapices porque “contó con un artista de primer nivel, que, con su estilo vanguardista, supuso una modernización y renovación de los cartones que se habían pintado hasta el momento.”
También señaló el papel de la Monarquía con este encargo, con el “que demostraba su apoyo incondicional a la Real Fábrica de Tapices”.
Por su parte, el experto en tapices y profesor de Historia del Arte en la Universidad Complutense de Madrid, Antonio Sama García, ha analizado en profundidad la obra del artista catalán.
En este sentido, ha explicado que “`El Tiovivo´ o `El Carrusel´ es también el único cartón de la serie de tapices `La feria de España´, encargada por Alfonso XIII, que se conserva en nuestro país”.
Sert pintó esta serie de cartones entre 1922 y 1923, por encargo del rey Alfonso XIII, para que se tejieran en la Real Fábrica de Tapices. Desgraciadamente, la ejecución de estos paños nunca se llevó a cabo, ya que no se pudo pagar al artista la realización de dichos cartones.
Ante estas dificultades económicas, en 1924, el monarca tuvo que autorizar a Sert a que pusiera a la venta en Nueva York sus pinturas (los cartones, junto a sus correspondientes bocetos o modelos de menor tamaño)
En junio de 2009, este cartón de Sert salió a la venta en subasta pública y lo adquirió el Ministerio de Cultura. Que también compró en 2021 el modelo en menor tamaño de este cartón. Aunque son titularidad del Museo Nacional de Artes Decorativas, ambos fueron depositados en la Real Fábrica de Tapices.
Análisis de `El Tiovivo´
Sert había querido representar en ellos “la Feria de España vista a través de los ojos de un niño”. Lo cual nos da la clave para interpretar las diversas composiciones que integran la serie. Son nueve: El vendedor de bolas de cristal, El pez de oro, El tiovivo, El vendedor de ciruelas, El vendedor de burros, El vendedor de melones, Los pajareros, Recolección y El vendedor de vino. Afortunadamente, además de estos cartones, en otras colecciones privadas se han conservado también los bocetos correspondientes.
Para inspirarse, José María Sert, contempló los grandes esquemas decorativos del Barroco y los tapices de Rubens. Para la temática, él seleccionó escenas del teatro callejero, acróbatas de circo y gitanos que le habían dejado huella durante su infancia en Barcelona. Es la representación tanto de la pompa y la ceremonia como del folclore, creando un mundo en el que los personajes carnavalescos producen un torbellino de color y movimiento.
Imposibles de concebir en la vida real, las series reflejan la amistad íntima que se desarrolló entre Sert y Salvador Dalí durante los años veinte. La extraordinaria imaginación del autor es evidente en las composiciones fantásticas que realiza, siendo éstas un claro anticipo al Surrealismo.
Biografía de José María Sert
Este artista es uno de los más importantes pintores internacionales de Entreguerras.
Gozó de un gran prestigio entre las élites de la sociedad europea y americana.
Nació en el seno de una familia dedicada a la industria textil. Pronto se familiarizó con la creación de
diseños para tapices y alfombras, enfocando después su carrera como pintor-decorador.
Tras su primera formación en el ambiente artístico de su Barcelona natal, pronto se traslada a París, donde entra en contacto con la bohemia y los intelectuales de la ciudad y su obra y los sucesivos encargos se afianzan rápidamente.
Sert desarrollará un estilo propio, alejado de las vanguardias e influenciado por la pintura manierista y barroca y sus grandes esquemas decorativos, tomando referencias de maestros como Rubens y sus composiciones monumentales, Velázquez y sus vestimentas, los pintores venecianos con su rico colorido y también de Goya y sus temas populares y costumbristas, bebiendo siempre del exotismo de lo oriental.
Destaca principalmente como muralista, siendo un gran renovador de este tipo de arte y realizando grandes composiciones en diferentes espacios públicos y privados, destacando entre ellos las decoraciones para la catedral de Vic o el Ayuntamiento de Barcelona y a nivel internacional, los encargos para la familia Rothschild, el comedor del Hotel Waldorf Astoria y el hall del Rockefeller Center en Nueva York, o la Gran Sala del Consejo de la Sociedad de las Naciones Unidas en Ginebra.